EN BUENAS MANOS. DAIANA SOSTIENE A SU HIJO. QUE PESO 2,300 KILOS.
Hubo un milagro entre tanto dolor.
Mientras decenas de heridos eran traslados por el accidente, Daiana González (23), que también viajaba en el tren del San Martín que chocó el miércoles, caminaba hasta el hospital Larcade, en donde tres horas más tarde daba a luz a Lautaro, su segundo hijo.
“Cerré los ojos y vi sangre. Se me apareció la imagen de un hombre con la cabeza y las piernas cortadas”, le confesó a su mamá. Embarazada de 37 semanas, viajaba de regreso a su hogar en el barrio Altube de José C. Paz, junto a su pareja, Luis Núñez (39). Volvían del Hospital Posadas, donde se había realizado un control de rutina. Aunque ya tenía dilatación, el médico la mandó a su casa .
Hacía allí iban sentados en los últimos dos asientos del penúltimo vagón cuando el impacto la tiró de frente contra el piso. Los golpes fueron en la cabeza y en la panza. Y los dolores, que no tardaron en llegar, hicieron que le pidiera a su pareja que la llevara hasta el hospital Larcade: fueron caminando , para que las ambulancias fueran utilizadas por las personas con heridas graves.
Lautaro Daniel González Núñez pesó 2,300 kilos y nació por parto normal.
Así lo pidió Silvia Calderón, la madre de Daiana, “para que los anestesistas se dedicaran a los casos más urgentes”.
Luis relata que a él le dieron el alta en menos de una hora. Fue el único ileso de los pasajeros del vagón. Tuvo que esperar novedades sobre su mujer sentado afuera del hospital, entre los gritos y la desesperación de los familiares de las víctimas . Ante el recuerdo, da un suspiro y revive: “Para Daiana fue muy duro. Tenía miedo de perder a Lautaro. Se puso a llorar y yo, que al principio atendí a algunos lastimados, los dejé para calmarla y traerla al hospital”. Por recomendación médica, Daiana será asistida por un psicólogo. Tanto ella como el bebé estarán en observación al menos un día más.
Fuerte, protectora, cariñosa y familiera. Así es como Silvia describe a su hija, y agrega: “Para ella las cosas son blanco o negro. No hay grises”. Vive con Luis hace casi dos años y ambos trabajan juntos para el Plan Nacional de Vivienda en la zona paceña. Daiana tiene a Octavio, de 3 años, y Luis es padre de Camila (12).
Lautaro es su primer hijo juntos y, según asegura la abuela Silvia, “el bebé es el papá en miniatura”.
Luis y Daiana no olvidarán nunca el miedo, las corridas, las lágrimas y la tristeza. Para ellos, Lautaro llegó e iluminó de fe y esperanza una tarde oscura, y le provocó a sus papás una sonrisa, que tampoco podrán olvidar.
FUENTE: www.clarin.com
Mientras decenas de heridos eran traslados por el accidente, Daiana González (23), que también viajaba en el tren del San Martín que chocó el miércoles, caminaba hasta el hospital Larcade, en donde tres horas más tarde daba a luz a Lautaro, su segundo hijo.
“Cerré los ojos y vi sangre. Se me apareció la imagen de un hombre con la cabeza y las piernas cortadas”, le confesó a su mamá. Embarazada de 37 semanas, viajaba de regreso a su hogar en el barrio Altube de José C. Paz, junto a su pareja, Luis Núñez (39). Volvían del Hospital Posadas, donde se había realizado un control de rutina. Aunque ya tenía dilatación, el médico la mandó a su casa .
Hacía allí iban sentados en los últimos dos asientos del penúltimo vagón cuando el impacto la tiró de frente contra el piso. Los golpes fueron en la cabeza y en la panza. Y los dolores, que no tardaron en llegar, hicieron que le pidiera a su pareja que la llevara hasta el hospital Larcade: fueron caminando , para que las ambulancias fueran utilizadas por las personas con heridas graves.
Lautaro Daniel González Núñez pesó 2,300 kilos y nació por parto normal.
Así lo pidió Silvia Calderón, la madre de Daiana, “para que los anestesistas se dedicaran a los casos más urgentes”.
Luis relata que a él le dieron el alta en menos de una hora. Fue el único ileso de los pasajeros del vagón. Tuvo que esperar novedades sobre su mujer sentado afuera del hospital, entre los gritos y la desesperación de los familiares de las víctimas . Ante el recuerdo, da un suspiro y revive: “Para Daiana fue muy duro. Tenía miedo de perder a Lautaro. Se puso a llorar y yo, que al principio atendí a algunos lastimados, los dejé para calmarla y traerla al hospital”. Por recomendación médica, Daiana será asistida por un psicólogo. Tanto ella como el bebé estarán en observación al menos un día más.
Fuerte, protectora, cariñosa y familiera. Así es como Silvia describe a su hija, y agrega: “Para ella las cosas son blanco o negro. No hay grises”. Vive con Luis hace casi dos años y ambos trabajan juntos para el Plan Nacional de Vivienda en la zona paceña. Daiana tiene a Octavio, de 3 años, y Luis es padre de Camila (12).
Lautaro es su primer hijo juntos y, según asegura la abuela Silvia, “el bebé es el papá en miniatura”.
Luis y Daiana no olvidarán nunca el miedo, las corridas, las lágrimas y la tristeza. Para ellos, Lautaro llegó e iluminó de fe y esperanza una tarde oscura, y le provocó a sus papás una sonrisa, que tampoco podrán olvidar.
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